En el pecho, un peso abrumador y denso,
tristeza y soledad, un oscuro incienso.
El pasado murmura, invitando a regresar,
días pasan, el corazón busca liberar.

La incertidumbre acecha en la encrucijada a escoger,
mientras el pensamiento revive lo que pudo ser.
La tentación de retornar como brisa constante,
mas dudas en la mente, como niebla fluctuante.

Lágrimas caen como lluvia en la noche oscura,
marcas del ayer, el alma en desventura.
Aunque la tormenta pareciera no ceder,
en tu ser la fuerza yace, pronta a renacer.

Recuerda, el porvenir es lienzo en blanco al mirar,
en el agobio y tristeza, el sol volverá a brillar.
No temas al enigma que el mañana guarda,
sanarás, crecerás, y nuevas alboradas verás en la esfera.