Si mi deseo estuviera
en bancarrota - yo más
podría revolver los trozos de cristal aún penetrados con sangre y aceptarlo
- por la úlcera que brindo 300 veces -
para ser mi ser - vuelto en locura
temblando como el mar
y por mis olas hambrientas
del calor - que produzco para su continuidad
y obesidad rodeada como una tragedia -
pero para levantar - por los vientos
que alumbran la cortina en - el pis pás
de tiempo entre década.
© E.