Bajo el Árbol
Me pregunto, ¿dónde te hallas ahora? ¿Qué rumbos has tomado? Las respuestas a mis cuestionamientos se desvanecen como sombras al amanecer. ¿Hacia qué horizonte nos dirigimos? ¿Qué significaban tus palabras? Aunque intento alcanzarte, el tiempo ha creado un abismo insalvable; estás más allá de mi alcance. Un pájaro en vuelo, una mariposa errante y mi bufanda roja son los únicos testigos de mi búsqueda. Te ruego, no revuelvas los recuerdos que atesoro; en su lugar, permíteme sanar las cicatrices que marcan tu ser. La antigua muralla, el búho vigilante y el muelle que yace en el olvido, todos ellos permanecen inmutables ante el fluir del tiempo, recordándonos que nuestros momentos son efímeros. Envejecemos con cada tic-tac del reloj, con cada segundo que se escapa entre nuestros dedos.
¿Por qué, oh, por qué rehúyes permanecer a mi lado? ¿Por qué, oh, por qué eliges alejarte? Aquí estaré, aguardando tu retorno. Permíteme cobijarte con un abrazo bajo la fronda del árbol, bajo ese árbol que se erige como guardián de nuestros secretos.
¿Por qué derramas lágrimas? ¿Por qué te desvaneces ante mis ojos? Tus sueños, ¿te han brindado paz o te han sumido en el temor? La persistente agonía en mi mente, las palabras que quedaron suspendidas en el aire, lamento que nuestra libertad haya dependido excesivamente de ti.
"Estoy aquí, así que no necesitamos hablar", "Estoy aquí, no hay necesidad de palabras", "Estoy aquí, para decirte que el silencio puede ser nuestro lenguaje". ¡Eres libre!
Ya es suficiente, tomaremos las riendas de aquí en adelante. Permíteme compartir la carga de tus pecados, caminar contigo en este sendero. Tal vez el mundo no lo reconozca como amor, y quizás no recibamos bendiciones, pero juntos llevaremos el peso de tus pecados, por ti. Si lo pierdo todo en el intento... seguiré esperándote. Permíteme envolverte en un abrazo bajo el árbol, bajo el árbol que nos promete refugio y protección.
© All Rights Reserved
¿Por qué, oh, por qué rehúyes permanecer a mi lado? ¿Por qué, oh, por qué eliges alejarte? Aquí estaré, aguardando tu retorno. Permíteme cobijarte con un abrazo bajo la fronda del árbol, bajo ese árbol que se erige como guardián de nuestros secretos.
¿Por qué derramas lágrimas? ¿Por qué te desvaneces ante mis ojos? Tus sueños, ¿te han brindado paz o te han sumido en el temor? La persistente agonía en mi mente, las palabras que quedaron suspendidas en el aire, lamento que nuestra libertad haya dependido excesivamente de ti.
"Estoy aquí, así que no necesitamos hablar", "Estoy aquí, no hay necesidad de palabras", "Estoy aquí, para decirte que el silencio puede ser nuestro lenguaje". ¡Eres libre!
Ya es suficiente, tomaremos las riendas de aquí en adelante. Permíteme compartir la carga de tus pecados, caminar contigo en este sendero. Tal vez el mundo no lo reconozca como amor, y quizás no recibamos bendiciones, pero juntos llevaremos el peso de tus pecados, por ti. Si lo pierdo todo en el intento... seguiré esperándote. Permíteme envolverte en un abrazo bajo el árbol, bajo el árbol que nos promete refugio y protección.
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