a las velas que no encendimos
anegamiento fue el deverbal
que conquistó a mi sequía
y tantas igníferas lágrimas
huían de ese momento:
aquel me erizaba, entiendo,
y no sabía si la chispa adecuada
podría alcanzarme.
anegamiento hacia dentro
pero arraigamiento
al candor compartido
a la cera alterada,
desperdigada sobre las manos
que vivían en purezas
y se arraigaron
a mi polución.
anegadas mis tuberías,
inanición como pan de cada día
¿o de la conflagración ...
que conquistó a mi sequía
y tantas igníferas lágrimas
huían de ese momento:
aquel me erizaba, entiendo,
y no sabía si la chispa adecuada
podría alcanzarme.
anegamiento hacia dentro
pero arraigamiento
al candor compartido
a la cera alterada,
desperdigada sobre las manos
que vivían en purezas
y se arraigaron
a mi polución.
anegadas mis tuberías,
inanición como pan de cada día
¿o de la conflagración ...