Sueños que anhelan tu presencia
Es un tormento insoportable, una tortura sin fin,
saber que ya no caminas a mi lado, pero en mis noches,
te reconstruyo, te suspiro, como una herida abierta
que jamás cicatrizará.
Tu cabeza descansaba en mi pecho como un peso sagrado,
y en ese instante, el tiempo se desgarró en su andar,
rompiéndose en infinitos fragmentos,
caían como cenizas de un amor que una vez fue eterno.
Te besé bajo un cielo que prometía ser nuestro para siempre,
pero aquellas estrellas no eran más que mentiras,
reflejos helados de un amor que se secó en mis manos,
un espejismo despiadado que me arrancó la esperanza.
No quería despertar, me aferré a ese sueño con uñas y...
saber que ya no caminas a mi lado, pero en mis noches,
te reconstruyo, te suspiro, como una herida abierta
que jamás cicatrizará.
Tu cabeza descansaba en mi pecho como un peso sagrado,
y en ese instante, el tiempo se desgarró en su andar,
rompiéndose en infinitos fragmentos,
caían como cenizas de un amor que una vez fue eterno.
Te besé bajo un cielo que prometía ser nuestro para siempre,
pero aquellas estrellas no eran más que mentiras,
reflejos helados de un amor que se secó en mis manos,
un espejismo despiadado que me arrancó la esperanza.
No quería despertar, me aferré a ese sueño con uñas y...