Eres la dueña de mis sueños,
mi musa en cada verso,
un faro en la oscuridad,
una llama que arde en mi pecho.

Tus ojos, dos luceros brillantes,
que iluminan mi camino,
tus labios, dulces como la miel,
me llevan al paraíso divino.

Tu risa, melodía encantadora,
que acaricia mis oídos,
tu voz, suave como la seda,
me envuelve en susurros atrevidos.

Tu cuerpo, obra de arte perfecta,
que mi alma ansía explorar,
tus caricias, fuego que me quema,
haciéndome delirar y anhelar.

Eres la mujer que mi corazón busca,
la razón de mis suspiros,
déjame ser el hombre que te desea,
que te ama en todos tus giros.

Permíteme fundirme en tus abrazos,
que nuestro deseo se vuelva fuego,
que nuestras almas se entrelacen,
en un amor eterno y ciego.

Eres mi dulce perdición,
la pasión que adorna mi vida,
te amo con cada latido,
eres mi razón y mi huida.

En este poema lírico te confieso,
mi amor hacia ti es fuerte y sincero,
que mi voz atraviese el universo,
y llegue a ti mi mensaje verdadero.

Eres mi sueño hecho realidad,
la promesa que nunca se rompe,
vive en mi ser tu imagen,
eres mi musa, mi estrella, mi cumbre.

Que este poema seductor y directo,
refleje mi amor eterno por ti,
haciendo latir tus entrañas,
y llamándote a estar junto a mí.

© K. Álvarez Oficial