El valor del perdón
Perdonar es un acto de Fé, es un brinco a la nada,
es meter la mano en una caja oscura y desconocida,
porque nunca sabremos que viene después del perdón.
El perdón es eso que sabemos que nos alivia el corazón, que nos calma el alma atormentada,
no es un palabra, es una demostración del amor más puro que surge después de miles de tormentas de dudas, después de una lluvia de lágrimas.
El perdón es aquello que nos diferencia de los animales, es un acto digno de aplaudir,
porque a pesar de que nos hayan cortado el corazón en pedazos con el filo de las palabras,
nos entregamos al dolor para liberarnos,
y aunque nadie nos obligue a perdonar, no podemos vivir sin él.
El perdón es eterno, y, es lo único que al final quedará, después de intentar miles de proezas,
el perdón es la puerta que nadie escoje, esa que es pequeña, vieja y frágil, pero es la única con una salida segura de ese cuarto oscuro.
© EGT
es meter la mano en una caja oscura y desconocida,
porque nunca sabremos que viene después del perdón.
El perdón es eso que sabemos que nos alivia el corazón, que nos calma el alma atormentada,
no es un palabra, es una demostración del amor más puro que surge después de miles de tormentas de dudas, después de una lluvia de lágrimas.
El perdón es aquello que nos diferencia de los animales, es un acto digno de aplaudir,
porque a pesar de que nos hayan cortado el corazón en pedazos con el filo de las palabras,
nos entregamos al dolor para liberarnos,
y aunque nadie nos obligue a perdonar, no podemos vivir sin él.
El perdón es eterno, y, es lo único que al final quedará, después de intentar miles de proezas,
el perdón es la puerta que nadie escoje, esa que es pequeña, vieja y frágil, pero es la única con una salida segura de ese cuarto oscuro.
© EGT