Bienvenido al limbo temporal.
Apuntar y disparar sería sencillo,
tirar la toalla y tirar de gatillo, ambas lo mismo
para qué gastar dinero en una soga
si la vida es el mejor método de suicidio.
Tan lenta y dolorosa como lo sea tu pena,
en la barca de Caronte el silencio es el que rema,
nunca escucharás mis alegrías,
mejor cuéntame tus problemas.
El que calla no otorga, ensambla sus palabras
lo que el viento se llevó el reino se lo guarda,
en el almacén de los fieles caídos
que han sobrevivido a esta vida amarga.
El camino es tan angosto que se ha hecho filo,
y no es una cuerda floja, ahora es un cuchillo,
hago justicia a las palabras que callé
los días de ayer por cada cosa que escribo.
Por lo menos estoy aprendiendo a vivir,
en la academia de la vida solo apruebo la muerte,
me veo demasiado joven para morir,
tendré que recuperarme antes que él se haga fuerte.
Antes de que el reloj de arena suene
con el sonido del último grano al caer y me despierte,
solo entonces ahí sabré que la vida se me fue
y ya no habrá quien me despierte, repetía en mi caótica mente.
Insistente en mi ventana está la muerte,
tirándome piedras, gritando; "Quiero verte"
Ella nunca falta a su trabajo,
supongo que le gusta, hoy podría averiguarlo.
© Azhex
tirar la toalla y tirar de gatillo, ambas lo mismo
para qué gastar dinero en una soga
si la vida es el mejor método de suicidio.
Tan lenta y dolorosa como lo sea tu pena,
en la barca de Caronte el silencio es el que rema,
nunca escucharás mis alegrías,
mejor cuéntame tus problemas.
El que calla no otorga, ensambla sus palabras
lo que el viento se llevó el reino se lo guarda,
en el almacén de los fieles caídos
que han sobrevivido a esta vida amarga.
El camino es tan angosto que se ha hecho filo,
y no es una cuerda floja, ahora es un cuchillo,
hago justicia a las palabras que callé
los días de ayer por cada cosa que escribo.
Por lo menos estoy aprendiendo a vivir,
en la academia de la vida solo apruebo la muerte,
me veo demasiado joven para morir,
tendré que recuperarme antes que él se haga fuerte.
Antes de que el reloj de arena suene
con el sonido del último grano al caer y me despierte,
solo entonces ahí sabré que la vida se me fue
y ya no habrá quien me despierte, repetía en mi caótica mente.
Insistente en mi ventana está la muerte,
tirándome piedras, gritando; "Quiero verte"
Ella nunca falta a su trabajo,
supongo que le gusta, hoy podría averiguarlo.
© Azhex