Heracles
Y a la Hidra mataste
¿y a cuántos más?;
y si para tanto vales,
a tantos has superado
y tantos dioses hay por encima de ti,
¿cómo es que te atemora el diente de león?
Y otro día más,
huyendo de la responsabilidad
de una flor arrancar,
y mientras tu corazó se hundía en deteriorio y dolor,
huyendo de la responsabilidad,
una obra maestra fuiste a tallar.
Al más grande y orgulloso león pudiste matar,
de toda tu vida eres el dueño,
un bravo y valiente sin miedo ni desafío que del rostro
la sonrisa borre,
y cuando el alba amanece recuerdas cuando te susurra el roble,
que hay por ahí una pequeña flor
un diente de león,
y tu mundo abajo...
¿y a cuántos más?;
y si para tanto vales,
a tantos has superado
y tantos dioses hay por encima de ti,
¿cómo es que te atemora el diente de león?
Y otro día más,
huyendo de la responsabilidad
de una flor arrancar,
y mientras tu corazó se hundía en deteriorio y dolor,
huyendo de la responsabilidad,
una obra maestra fuiste a tallar.
Al más grande y orgulloso león pudiste matar,
de toda tu vida eres el dueño,
un bravo y valiente sin miedo ni desafío que del rostro
la sonrisa borre,
y cuando el alba amanece recuerdas cuando te susurra el roble,
que hay por ahí una pequeña flor
un diente de león,
y tu mundo abajo...