Mesa para Dos
Dime un color?
lo convertiré en poesía.
Bajo tu mirada resguardare mis temores.
Navegare por el brillo de tus ojos
llegando al paraíso y te juro con la mano en el corazón que por ti volvería a morder el fruto prohibido.
Sabes? Los límites están al borde de tus labios.
Ya sabiendo esto.
Tú serás mi guía
mi hoja en blanco
la que dice cuando, como y dónde
tu eres mis versos de noche
y mi sonrisa de día
no sabía que la poesía tuviera alma
pero también lo tiene la alegría
esta misma que me impulsa a escribir
con la luna como testigo
estos versos que si fueran delito
me declaro culpable.
Culpable de sentir
culpable de creer
la ilusión esta vez no viajo en tranvía
viaja en cada uno de tus versos.
Tus palabras son un boleto
a un viaje sin retorno
al país donde no existe el tiempo
y es por eso mujer ausente
que con pluma en mano
esperaré la respuesta a esta petición.
Llamaría a tu lugar favorito
y reservaría una mesa para dos.
© Profeta Caín
lo convertiré en poesía.
Bajo tu mirada resguardare mis temores.
Navegare por el brillo de tus ojos
llegando al paraíso y te juro con la mano en el corazón que por ti volvería a morder el fruto prohibido.
Sabes? Los límites están al borde de tus labios.
Ya sabiendo esto.
Tú serás mi guía
mi hoja en blanco
la que dice cuando, como y dónde
tu eres mis versos de noche
y mi sonrisa de día
no sabía que la poesía tuviera alma
pero también lo tiene la alegría
esta misma que me impulsa a escribir
con la luna como testigo
estos versos que si fueran delito
me declaro culpable.
Culpable de sentir
culpable de creer
la ilusión esta vez no viajo en tranvía
viaja en cada uno de tus versos.
Tus palabras son un boleto
a un viaje sin retorno
al país donde no existe el tiempo
y es por eso mujer ausente
que con pluma en mano
esperaré la respuesta a esta petición.
Llamaría a tu lugar favorito
y reservaría una mesa para dos.
© Profeta Caín