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ÉXTASIS SIN SENSURA
piel sudorosa y el aire denso,
el olor a sexo y a whisky barato.
Ella se mueve sinuosamente en mi cama,
mientras yo la observo con ojos de gato.
Sus pechos son como dos montañas,
que desafían mi boca y mi lengua.
Y su cintura, estrecha y ardiente,
me invita a entrar en su gruta.
La noche nos envuelve en su misterio,
mientras la pasión nos consume como fuego.
Y yo, al borde del abismo,
me aferró a su cuerpo como a un ancla en el mar.
Somos dos cuerpos en un mar de placer,
dos almas que se funden en un solo ser.
Y en esa danza infernal de la lujuria,
nos entregamos al éxtasis sin censura.
Así es el amor según Bukowski,
sin límites, sin tabúes, sin remordimientos.
Y yo, en esta noche de locura,
me siento libre, vivo, intenso, completo.
© K. Álvarez Oficial
el olor a sexo y a whisky barato.
Ella se mueve sinuosamente en mi cama,
mientras yo la observo con ojos de gato.
Sus pechos son como dos montañas,
que desafían mi boca y mi lengua.
Y su cintura, estrecha y ardiente,
me invita a entrar en su gruta.
La noche nos envuelve en su misterio,
mientras la pasión nos consume como fuego.
Y yo, al borde del abismo,
me aferró a su cuerpo como a un ancla en el mar.
Somos dos cuerpos en un mar de placer,
dos almas que se funden en un solo ser.
Y en esa danza infernal de la lujuria,
nos entregamos al éxtasis sin censura.
Así es el amor según Bukowski,
sin límites, sin tabúes, sin remordimientos.
Y yo, en esta noche de locura,
me siento libre, vivo, intenso, completo.
© K. Álvarez Oficial
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