Mi amor no nace del vientre
y mi cuerpo no es hogar ni templo,
solo quiero bailar hasta cansarme,
terrenal, hereje es mi anhelo.

Tengo chispas dentro, eléctrica deidad,
quiero sexo contigo hasta no poder más,
y quiero comer hasta hartarme
sin que la culpa me impida gozar.

Canto a gritos mi euforia,
y grito en llanto mi pesar,
porque mi sentir es el mismo
que aquellas tuvieron que enterrar.

Después las enterraron vivas,
con los fósforos aún intactos,
y algún día prenderá en llamas
la piedra fría de todos los camposantos.

De mis ojos brota su llanto,
y su silencio aún vive en el viento,
jamás me disculparé por llorar,
pues las he oído en mis adentros.

Hipócrita es la vergüenza
que nos quiere oír callar,
somos, fuimos y seremos lo mismo,
colectiva sagrada visceralidad.

Sin engendrar doy a luz,
aunque mi amor no es maternal,
soy sujeto de mi placer,
soy animal.