Piel salpicada de estrellas.
Noches sin vueltas pasando por mi vereda.
No había nada más que la simple monotonía.
Hasta que ese chico achinando la sonrisa apareció.

Le pusiste un color diferente al monocromático.
No es arcoiris es dorado.
Brillante como la luz que se filtra en verano.

Desarmaste una a una mis dudas.
Me regalaste risas y...