Se levanta entre los divinos acentos uno en particular, contiene calidez, color, brillo y luminosidad, tiene sentimiento en su hablar y palabras que parecen canciones salen de sus bermejos labios.

Ella sonríe como lo harían los ángeles y es que su nombre es de origen Angélico, no hay nada más que agregar cuando ella está en la ecuación, todo se convierte en binomio perfecto en mí.

Eres mujer, mi complemento cotidiano, no hay calor, ni luz, ni amor, ni vida sin ti y es que la mano creadora te hizo simplemente llena de atributos hermosos, puesto que fijó en ti los paisajes más esplendorosos.

Eres mujer con aroma a perfume celestial, eres el sonido melódico de un arpa multidimensional, eres el todo de la creación y sin tí el mundo estaría lleno de imperfección.

Ezequiel Rizo
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