Así como el agua calma que en un repentino momento se torna bestial y peligrosa, así es el alma que habita al buen hombre, más en su interior se gestan bravas olas de sentimientos convulsos, que le pueden hacer tornar del bien al más bestial ser, un ser distinto enfurecido, rabioso.

Así como las olas más bravas y consulvas estremecen el alma de un hombre, también habita en lo más profundo de su ser un lugar donde el agua es calma y pacífica que le puede tornar en el ser más tranquilo y calmado, un ser distinto pacifico y noble.

Así como el agua cambiante, es el hombre viviendo en la dualidad, viviendo en contacto con su todo, porque todo es un equilibrio, no hay bien sin mal ni viceversa, la calma y el caos habitan el universo.

Autor: Manuel Guzmán
Pintura: Manuel Guzmán
Técnica: Oleo
Tamaño aproximado: 20x20cm
Año 2020.
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