Dos gritos encerrados en las sabanas
apaciguar el remolino de locura
es casi una presión que
te vuela la cabeza
es un juego psicológico tan maligno
que prefiero tener plomo
pero en mi cerebro
no tengo más fuerza ni para pensar
hablar ni lo consigo
la fe rebota alrededor del corazón
así se deja sentir
cada latido vale para recordarle
no tarda su ataque (el maligno)
a mis rodillas hace temblar
mis manos sudan
vi a la muerte asomándose
desde arriba del marco de la puerta
sólo parte de su rostro
nada dijo, nada hizo
© SirenaBoricua