Había algo que siempre me atrapaba en mi misma.
Me rompía lentamente.
Me hería de mil maneras.
Pero no me deja morir.
Incluso ahora, me obliga a vivir con un tormento insoportable.
Cómo si la ira de los cielos atormentará mi alma.
Es como una sentencia a muerte en una cárcel.
No soy libre de ello, pero tampoco prisionera..
Es algo de lo que no puedes huir, ni tampoco esconderte.
Me desangra el alma, atormenta mi paz.
Me convierte en un caos y después me contiene las lágrimas.
No me deja hablar, pero tampoco me deja en silencio.
Me regala rosas con espinas..
Se roba un poco de mi escencia, y después le sigue cultivando..
Cómo escapar si solo estás mirándome.
Cómo pedir ayuda si estás ahí escuchandome.
Como planear si me estás acechando.
Suéltame, déjame salir, correr a dónde surge ese calor del hermoso verano.
El invierno aquí me está matando de frío y parece que no llega a su fin..
Después me encuentro, y me doy cuenta que todo me lo provoco yo...
Por qué me he obligado por tantos años a no amar, ni ser amada.
Mi encierro soy yo, mis miedos y mi orgullo.
Mis reflejos ya no son míos..
Mis gestos ya no son los mismos..
Mi sonría ya no está.
El brillo de mis ojos se desvaneció.
Si un día quedó atrapada en el vacío...
Entonces....
¿Debería huir de mi?......