En el mar de sus ojos me sumergí,navegando entre sus lágrimas saladas,cayendo entre la tormenta de su alma.
El caos era irreparable ;cada grieta de su corazón drenaba la sangre burbujeante,tan espesa como la miel de su cuerpo. Es él es un ser tan perfectamente imperfecto, de manos cálidas y labios corales que tientan a ser besados. Sus cabellos bailan contra el viento y mis manos se enredan suavemente en ellos,su flama ardiente consume todo a su paso, él es tormenta,fuego y caos.
© Jane