Tierra de lunares
Habitar en tu tierra perfumada,
donde brota el arrullo de mis aves,
que, encandiladas, entonan
una nana que florece en tus valles.
Escondidos en sábanas suaves,
reflejan prados de libertad;
donde peregrino,
enamorando a tus dioses de los míos.
Construiré una ermita
y te diré que es refugio,
para rezarte
y que el pecado sea olvido,
aunque eso no sea verdad.
Cuando los fusiles
acallen los grillos
y separen nuestras cinturas,
en la ermita buscaré cobijo.
Mi fe será mi consuelo
y podré recordar tu cuerpo,
mientras el tiempo corroe mi templo
y mis rezos
Los años entonces borrarán,
piedra a piedra
el yugo de mi fe
marginada y podrida.
La maleza devorará
los restos de mi ermita
y recuperará tu tierra,
la libertad perdida.
Llegarán a ella nuevos reyes,
buscando fecundar
el paraíso prometido,
y construirán maravillas
con los restos de mi ermita.
© Jara
donde brota el arrullo de mis aves,
que, encandiladas, entonan
una nana que florece en tus valles.
Escondidos en sábanas suaves,
reflejan prados de libertad;
donde peregrino,
enamorando a tus dioses de los míos.
Construiré una ermita
y te diré que es refugio,
para rezarte
y que el pecado sea olvido,
aunque eso no sea verdad.
Cuando los fusiles
acallen los grillos
y separen nuestras cinturas,
en la ermita buscaré cobijo.
Mi fe será mi consuelo
y podré recordar tu cuerpo,
mientras el tiempo corroe mi templo
y mis rezos
Los años entonces borrarán,
piedra a piedra
el yugo de mi fe
marginada y podrida.
La maleza devorará
los restos de mi ermita
y recuperará tu tierra,
la libertad perdida.
Llegarán a ella nuevos reyes,
buscando fecundar
el paraíso prometido,
y construirán maravillas
con los restos de mi ermita.
© Jara