El arte de desconectarse
En la bruma de pantallas, necesitamos un susurro sereno,
el arte de desconectarse, un regalo pleno.
Dejando atrás la danza obsesiva de "likes" y de aplausos,
encontraremos en el silencio quizá más sutiles lazos.
Y sin más prisas, por modas que florecen,
ni pensamientos ajenos que a la mente desvanecen.
Hacer un viaje interno, donde florecer tranquilamente,
sin la carga de sólo un número, que la felicidad sea como un sol naciente.
Celebremos nuestra esencia, sin comparaciones,
en un mundo que avanza, elegimos nuestras opciones.
Así, en el sosiego, redescubrimos el valor,
de ser quienes somos, sin miedo ni temor.
La fama sin pasión ni convicción,...