...

6 views

Versos en tu ausencia
Aquí estoy de nuevo,
escribiéndote palabras que jamás leerás,
versos que nunca llegarán a tus oídos,
porque aunque estemos tan cerca,
parece que el destino se empeña en mantenernos separados.

Hoy, mientras caminaba hacia el colegio,
cada paso era más difícil que el anterior,
cada respiración una batalla
contra el miedo que me invadía al pensar en verte,
en entrar al aula y encontrarme con tus ojos,
esos ojos que una vez me miraron con amor,
pero que ahora,
solo me recuerdan lo que perdí.
Pensé en verte,
en que tal vez, solo por un momento,
pudiéramos volver a ser lo que fuimos.
Pero cuando llegué,
el aula estaba vacía sin ti,
tu asiento desierto,
como si el universo supiera
que mi corazón no soportaría verte ese día.

Y te busqué con la mirada,
con la esperanza de que entrarías,
de que tal vez llegabas tarde,
y que al verte,
el peso que llevaba en el pecho se aligeraría,
aunque solo fuera por un instante.
Pero no llegaste.
El tiempo pasó,
y tu ausencia se hizo más presente que nunca,
llenando cada rincón de la clase
con el eco de lo que una vez fuimos,
con el dolor de saber
que hoy no te vería,
que hoy me quedaría solo con los recuerdos
y con la necesidad desesperada
de sentir tu presencia,
aunque fuera solo a unos metros de distancia.

"Poeta", me dicen,
"¿por qué sigues escribiendo sobre ella?
¿Por qué no te liberas del amor
que te está destruyendo?"
Y yo les respondo,
con la voz temblorosa,
que escribir sobre otra cosa
sería como mentirle a mi propio corazón.
Porque, aunque ella no esté aquí hoy,
aunque su asiento esté vacío,
su presencia aún me persigue,
aún llena cada rincón de mi mente,
y cada palabra que escribo
es un intento desesperado
de no ahogarme en este vacío
que dejó con su ausencia.

Escribo porque es lo único que sé hacer,
lo único que me queda
cuando no puedo verla,
cuando no puedo escuchar su voz
o sentir su cercanía.
Escribo porque cada verso es un grito ahogado
que nadie más escucha,
un llanto silencioso
que nunca llegará a sus oídos.
Escribo porque, aunque no esté aquí,
su ausencia es un dolor tan grande
que amenaza con consumir todo lo que soy.
Así que escribo,
porque es mi única forma de mantenerme a flote
en este mar de desesperación,
mi única forma de seguir adelante
sin ella,
sabiendo que, aunque no la vea hoy,
su sombra aún me acompaña,
a cada paso,
en cada latido,
en cada palabra que no puedo dejar de escribir.
© @poemasagridulces