Sus ecos no son como en las películas
Sus ecos no son como en las películas,
no hay torbellinos incesantes
pero sí recuerdos en la habitación contigua
que juegan como gatos,
tan salvajes como si fueran animales,
por los pasillos de mi vida
dejan tras de mí dedos humedecidos,
taburetes sucios de rutina
que acabo cubriendo con...
no hay torbellinos incesantes
pero sí recuerdos en la habitación contigua
que juegan como gatos,
tan salvajes como si fueran animales,
por los pasillos de mi vida
dejan tras de mí dedos humedecidos,
taburetes sucios de rutina
que acabo cubriendo con...