Me apetece aprender a soltar nudos...
Por qué soy una persona sana en el cuerpo de una muda...
Soy una prisionera de mis propios pensamientos...
Me apetecería conocer la libertad, la luz del sol, y la iluminación de la luna...
Deseó un vaso con agua después de un largo camino...
Un plato de comida después de una crisis de hambre...
Me he visto un par de veces al espejo, no se distinguir entre la muerte y yo..
Estoy atrapada en cuatro paredes heladas..
Sentada en la esquina de una cama...
Ahí no se puede dormir, si cierro mis ojos las voces comienzan a salir de su rincón...
Me abrazó mis frías y flacas piernas para tomar un poco de calor, pero solo puedo sentir vacíos en cada espacio de mi...
Mi alma vaga por cada esquina de mi habitación, buscando un mínimo agujero para escapar de aquí...
El suelo es frío también, observando lentamente mis pies cubiertos con unas cortas medias que no cubren mis piernas...
Mis brazos parecen carreteras infinitas, carreteras llenas de baches, los bordes de cada cicatriz son como una montaña tras otra montaña...
Mis labios se sienten rasposos, verlos sangrar me produce desinterés...
Sin tener escapatoria, mi alma vuelve a mi cuerpo, obligandome a seguir viviendo con el dolor dentro...
Me he puesto de pie una vez más, me doy cuenta que no tengo ganas de vivir más, pero tampoco el valor para renunciar a ella de una forma tan cobarde...
La muerte y la soledad se han enacriñado de mi, que no me quieren matar, ni acabar conmigo..
Pero tampoco me sueltan, no me han querido liberar...
Soy prisionera de quién me hace sufrir...
Tomenme, seré su marioneta, tal vez eso me vuelva inmune al dolor..
Ya no temo a mi prisión, me he enacriñado también de ti, tortura sin fin......