Maldita
Amada mía, me encerré en el lúgubre cuarto; donde se encuentran los momentos funestos, de un atardecer siniestro que sin previo aviso, me aniquiló la razón.
Me perdí en mi misma, me cerré al mundo, se perdió la risa,...
Me perdí en mi misma, me cerré al mundo, se perdió la risa,...