El caballero de la Armadura Carmesi
En la penumbra de la sala real, el caballero de la armadura carmesí permanecía inmóvil junto al trono vacío. Su armadura, forjada con el fuego de antiguas batallas, brillaba como un rubí en la oscuridad. Los murmullos de los cortesanos resonaban en las paredes, pero él no prestaba atención. Su deber era proteger el trono, incluso cuando el rey había desaparecido sin dejar rastro.
Fue entonces cuando el joven entró, con la espada desenvainada y los ojos ardientes de determinación. No llevaba armadura, solo una túnica raída y una mirada desafiante. El caballero se puso en guardia, su espada lista para defender el trono. Pero el joven no se detuvo. Avanzó con una ferocidad que...
Fue entonces cuando el joven entró, con la espada desenvainada y los ojos ardientes de determinación. No llevaba armadura, solo una túnica raída y una mirada desafiante. El caballero se puso en guardia, su espada lista para defender el trono. Pero el joven no se detuvo. Avanzó con una ferocidad que...