HOLE
Las hojas caían de los árboles inmensos y abundantes en pleno pantano, se encontraba en la oscura y fría noche de invierno, mas su avaricia no podía llegar más que a otro extremo. Sainz se encontraba solemne, deleitado por su increíble curiosidad por lo místico, por lo fantasioso, por lo irreal y complejo del cosmos, quería decifrar de alguna manera lo que veía, la distorsión de sus manos que se agitaban por el frío, su cuerpo temblar y no de alivio, su sonrisa ensanchándose cada vez más. Sainz ha conseguido poder, pero no solo el superficial, únicamente trascendental, parece haberse ido y vuelto, pero con una versión más siniestra, se cae plácidamente en las oscuras aguas de su ambiente y trata de contar las ojas: Una por una, par en par, de tres en tres, llegando a infinitas posibilidades; es ahí donde, comprendió que solo era él contra todo, pero era en...