Sueños de amor delirante.
Aún recuerdo aquel día en el que, tan sutilmente, casi invisiblemente, quitaste de mi rompecabezas esa pieza que tapaba algo debajo. Emoción sobre emoción y listos, o eso dicen. Quise que fueras el tapón que tapara el abismo en mi interior, pero no supe que de ese abismo salían mis versos.
Recuerdo que te escribí esa nota, con aquello de “me gustas, y ojalá quedemos un día” y mi número de teléfono debajo.
No llegó ningún mensaje.
Cuando nos vimos de nuevo, me dijiste: ...
Recuerdo que te escribí esa nota, con aquello de “me gustas, y ojalá quedemos un día” y mi número de teléfono debajo.
No llegó ningún mensaje.
Cuando nos vimos de nuevo, me dijiste: ...