Era un día caluroso de verano, y la playa estaba llena de vida. Las olas rompían suavemente en la orilla, mientras el sonido de risas y música se mezclaba con el murmullo del mar. Viki, una joven aventurera, había decidido escapar de la rutina y disfrutar de un fin de semana en la costa.
La arena caliente acariciaba sus pies descalzos mientras caminaba por la orilla, disfrutando del sol que brillaba en su piel. De repente, sus ojos se posaron en un grupo de amigos que jugaban a la pelota. Uno de ellos, un hombre alto y atractivo llamado Erick, capturó su atención. Su sonrisa despreocupada y su mirada intensa hicieron que el corazón de Viki latiera más rápido.
A medida que avanzaba la...