Serendipia
¡Corre! ¡Corre! ¡Corre! Isabel, Se gritaba a sí misma, cuando corría por aquel bosque oscuro y tenebroso, el Petricor del medio ambiente inundaba sus pulmones lo que le dificultaba correr más rápido. Sin darse cuenta tropezó con una rama la cual estaba tapada con la hojarasca del suelo.

Isabel se levantó de golpe en medio de aquella pesadilla, en su mente bailaban las Reminiscencias de aquel fatídico día, para ella era difícil recordar los detalles exactos de lo sucedido. Los médicos y los policías le habían contado en el estado y el lugar en que la habían encontrado.

Respiro profundo, se sentó en el borde de la cama por unos minutos, esperando bajar la adrenalina que corría por su sistema, las pesadillas cada vez eran más vividas. En su espalda aun sentía la presión del pie o la rodilla de quien la seguía.

Habían pasado más de dos meses desde el accidente el Acongojo que sentía le revolvía el estómago, hoy tenía su primera cita con el psicólogo, con el objetivo de superar el trauma vivido el día del accidente y tratar de recordar lo sucedido para resolver el caso.

Isabel tenía miedo de ir al psicólogo, tenía miedo de recordar; cada vez que...