Hace meses que no estás y yo sigo pensando en ti día y noche, por delante y por detrás.
Todo lo que hacías permanece en mi como si aquí a mi lado estuvieras.
Te añoramos y te queremos, por tu sonrisa, por tus anécdotas y por tu manera de amarnos.
Eras como una segunda madre que lo hacías todo por nosotros. Nosotros te llevamos en la sangre y así perdurara hasta el día de mi última palabra.
Sigo tus pasos y tus palabras llenas de amor, así te recordaremos ante Dios y ante todos los hombres tal y como tú lo hacías todos los días de vida.
Te queremos y te seguimos sintiendo al lado.
Cuidanos desde el cielo igual que nosotros seguimos amándote desde la tierra.
Nunca vamos a dejar que tu nombre se olvide en la línea del tiempo pasado y futuro.
Gracias por todo y nos vemos en un tiempo.