"El Retorno del Rey de los Mares"
Poseidón, el dios del mar, estaba furioso. Sus mares, que alguna vez fueron calmos y llenos de vida, se habían convertido en un abismo oscuro y violento. La culpa era de Orcus, un antiguo demonio que se había escapado de las profundidades del Tartarus y había corrompido la esencia del océano con su magia oscura.
Poseidón, en un arrebato de ira, alzó su tridente y juró vengarse. Levantando una ola colosal, se adentró en el corazón de la tormenta, donde las criaturas de las profundidades se negaban a acercarse por miedo a Orcus. Su camino era tortuoso, plagado de bestias marinas corrompidas por la magia oscura, que atacaban con furia. Poseidón, con su fuerza sobrehumana, las hacía añicos con su tridente, liberándolas de la influencia de Orcus.
Al llegar a las profundidades, encontró al demonio envuelto en una capa de oscuridad, convocando una tormenta más violenta que cualquier otra, llenando el mar con un olor fétido a muerte y desesperación. Orcus, con una sonrisa malévola, se burló del poder de Poseidón, asegurándole que su dominio sobre el mar era un recuerdo lejano.
Poseidón, con un rugido que sacudió las profundidades, se lanzó al ataque. Sus golpes con el...
Poseidón, en un arrebato de ira, alzó su tridente y juró vengarse. Levantando una ola colosal, se adentró en el corazón de la tormenta, donde las criaturas de las profundidades se negaban a acercarse por miedo a Orcus. Su camino era tortuoso, plagado de bestias marinas corrompidas por la magia oscura, que atacaban con furia. Poseidón, con su fuerza sobrehumana, las hacía añicos con su tridente, liberándolas de la influencia de Orcus.
Al llegar a las profundidades, encontró al demonio envuelto en una capa de oscuridad, convocando una tormenta más violenta que cualquier otra, llenando el mar con un olor fétido a muerte y desesperación. Orcus, con una sonrisa malévola, se burló del poder de Poseidón, asegurándole que su dominio sobre el mar era un recuerdo lejano.
Poseidón, con un rugido que sacudió las profundidades, se lanzó al ataque. Sus golpes con el...