El espejo de la rosa
Delicadamente, sobre el tocador,
puse una pequeña estatua de Afrodita;
cuerpo de arcilla
en sus manos sostenía una rosa marchita.
Respiro un día más,
me miro en el espejo y juro por lo que hicieron pasar
córtate las venas y verás letras salir de tu agua de vida,
hora de beber;
palabras que no son mías,
deseos que no son de mi creación.
No abandonaré del todo el pasado,
ni a mi familia,
me convenzo,
y antes de que el borrador toque el espejo
me parto la voz,
y hay una grieta por donde entra...
puse una pequeña estatua de Afrodita;
cuerpo de arcilla
en sus manos sostenía una rosa marchita.
Respiro un día más,
me miro en el espejo y juro por lo que hicieron pasar
córtate las venas y verás letras salir de tu agua de vida,
hora de beber;
palabras que no son mías,
deseos que no son de mi creación.
No abandonaré del todo el pasado,
ni a mi familia,
me convenzo,
y antes de que el borrador toque el espejo
me parto la voz,
y hay una grieta por donde entra...