Capítulo 29
Alex
Rabia e impotencia.
¿Es que esta chica no tiene límites?
Estaba en el gimnasio de la escuela, en clases de Educación Física, cuando su voz comenzó a leer el informe escolar de Sky. ¿Cómo rayos tuvo acceso a eso? ¿Quién la dejó entrar a la Secretaría y armar toda esta locura?
Lo único que atiné hacer fue salir hecho una bala y caminar (casi trotar) por el largo pasillo para llegar a la Secretaría. En algún punto, comenzó a valerme que pudieran regañarme y empecé a correr, desesperado por llegar cuanto antes y callar a esa… más vale que no diga lo que estoy pensando ahora mismo.
Subo los escalones de dos en dos, maldiciendo al que se le ocurrió la genial idea de poner el gymn en el sótano del edificio. A este paso no llegaré jamás. ¡Y esa maldita loca está leyendo el informe psiquiátrico de Sky! ¿Por qué rayos nadie la calla?
Para cuando llego a mi objetivo, ya es demasiado tarde para hacer algo. Veo a Sky frente a la oficina de la secretaria, mientras Vanessa abre la puerta con cínica lentitud, portando en su rostro una sonrisilla malévola acompañada de una expresión triunfal, y pararse cruzada de brazos frente a Sky.
La enfrenta una Sky furiosa, con el rostro desencajado por la ira y la soberbia. Una Sky que echa fuego por los ojos y está parada con los puños apretados en posición de defensa y ataque a la vez. Una Sky que no dice nada, pero respira agitada y ferozmente.
Una Sky que no se lo piensa dos veces y le cruza la cara a Vanessa con una sonora bofetada.
Silencio total. Seguido luego de murmullos que acompañaban las expresiones de asombro de todos los presentes.
Sin embargo, la expresión de Vanessa no tiene precio: es una mezcla de sorpresa, rabia contenida y miedo a que pueda repetirse nuevamente la acción de su contrincante.
Sky avanza con paso rápido y firme contra Vanessa,...
Rabia e impotencia.
¿Es que esta chica no tiene límites?
Estaba en el gimnasio de la escuela, en clases de Educación Física, cuando su voz comenzó a leer el informe escolar de Sky. ¿Cómo rayos tuvo acceso a eso? ¿Quién la dejó entrar a la Secretaría y armar toda esta locura?
Lo único que atiné hacer fue salir hecho una bala y caminar (casi trotar) por el largo pasillo para llegar a la Secretaría. En algún punto, comenzó a valerme que pudieran regañarme y empecé a correr, desesperado por llegar cuanto antes y callar a esa… más vale que no diga lo que estoy pensando ahora mismo.
Subo los escalones de dos en dos, maldiciendo al que se le ocurrió la genial idea de poner el gymn en el sótano del edificio. A este paso no llegaré jamás. ¡Y esa maldita loca está leyendo el informe psiquiátrico de Sky! ¿Por qué rayos nadie la calla?
Para cuando llego a mi objetivo, ya es demasiado tarde para hacer algo. Veo a Sky frente a la oficina de la secretaria, mientras Vanessa abre la puerta con cínica lentitud, portando en su rostro una sonrisilla malévola acompañada de una expresión triunfal, y pararse cruzada de brazos frente a Sky.
La enfrenta una Sky furiosa, con el rostro desencajado por la ira y la soberbia. Una Sky que echa fuego por los ojos y está parada con los puños apretados en posición de defensa y ataque a la vez. Una Sky que no dice nada, pero respira agitada y ferozmente.
Una Sky que no se lo piensa dos veces y le cruza la cara a Vanessa con una sonora bofetada.
Silencio total. Seguido luego de murmullos que acompañaban las expresiones de asombro de todos los presentes.
Sin embargo, la expresión de Vanessa no tiene precio: es una mezcla de sorpresa, rabia contenida y miedo a que pueda repetirse nuevamente la acción de su contrincante.
Sky avanza con paso rápido y firme contra Vanessa,...