Dos jóvenes en su mero apogeo de juventud,
quisieron descubrir que era el amor,
en dicha travesía descubrieron ciertas cosas
entre ellas en su ineptitud,
pero no les importo.

Ciegos en su búsqueda del amor, cometieron errores fatales, lastimandose mutuamente, cuando descubrieron su fatídico error, fue demasiado tarde para ellos, pues el tiempo no olvida.

Trataron de solucionarlo, pero era tan grave la situación que cuando lo intentaban, salía algo más aflote, impidiendo así su regreso juntos, ella reclamaba y gritaba, el solo asentía afligido en su dolor.

Poco a poco el tiempo los fue separando, un mensaje cada tres horas, cada cinco, cada diez, sucesivamente hasta no tener un mensaje en días, tras ello obtaron por simplemente ya no hablar, no hubo un último adiós, no tuvieron el valor más que un simple bloqueo, un simple silencio para siempre.

Su amor fue destruido por el ojo público, por las mentiras, por la falta de comunicación, por la ayuda de terceros los cuales cuya envidia fue más grande y sobre todo por su juventud e ineptitud.


© E.T