Capítulo 1: Nuevos Comienzos

Taylor Miller había comenzado su carrera en el FBI con una mezcla de emoción y ansiedad. Su primer día como agente especial en el campo lo llevó a una reunión en la sede de la agencia en Washington D.C. Rodeado de otros agentes, se sintió como un pez fuera del agua, pero la determinación ardía en su interior. Sabía que su objetivo no solo era ser un buen agente, sino también descubrir la verdad detrás de la muerte de sus padres.

El director de la oficina, la agente especial Claire Thompson, les dio la bienvenida y les asignó a cada uno un compañero. Para Taylor, su nuevo compañero sería Alex Rivera, un agente experimentado conocido por su instinto afilado y su enfoque poco convencional.

—Bienvenido a la realidad, rookie —dijo Alex con una sonrisa burlona—. Prepárate, porque aquí las cosas no son tan simples como en la academia.

Mientras la reunión avanzaba, Taylor no pudo evitar notar a una joven sentada en la esquina de la sala. Su nombre era Mia Chen, una hacker del FBI con un talento excepcional para el análisis de datos. A pesar de su juventud, había logrado desmantelar varias redes criminales a través de su trabajo en ciberseguridad. La mirada decidida de Mia y su habilidad para desentrañar códigos la hacían destacar entre los demás.

—¿Vas a quedarte ahí parado todo el día? —le preguntó Mia con una sonrisa pícara—. Si necesitas ayuda con algo, no dudes en pedírmelo.

Taylor asintió, sintiendo que podría tener una aliada en su búsqueda de la verdad.

Capítulo 2: La Primera Misión

Poco después de comenzar, Taylor y Alex fueron asignados a un caso que involucraba una serie de robos de arte en galerías de la ciudad. Durante la investigación, Taylor se dio cuenta de que había algo más detrás de los robos. Las piezas robadas parecían estar conectadas con una red internacional de tráfico de arte que había sido mencionada en los informes de su padre antes de su muerte.

Mientras investigaban, Taylor encontró un antiguo diario en la casa de una de las víctimas. En él, descubrió referencias a una organización secreta llamada "Los Custodios", que supuestamente estaba detrás de los robos y tenía conexiones con grupos terroristas.

Días después, Mia se acercó a Taylor con información adicional que había descubierto a través de sus habilidades de hacking.

—He estado investigando las transacciones en línea relacionadas con las piezas robadas —dijo Mia, mientras mostraba su pantalla—. Hay un patrón que parece apuntar a una subasta clandestina organizada por "Los Custodios".

Taylor se sintió emocionado al ver que su búsqueda de la verdad comenzaba a tomar forma. Con la ayuda de Mia, se sintió más confiado en su capacidad para desentrañar el misterio.

Capítulo 3: Revelaciones Inesperadas

A medida que profundizaban en el caso, Taylor comenzó a recibir mensajes anónimos que contenían pistas sobre su padre y su...