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Arya y el Cazador
En un bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos y las flores bailaban con la brisa, vivía un joven cazador llamado Ilian. Su destreza con el arco era conocida en todas las aldeas cercanas, pero su corazón anhelaba algo más que la caza.

Un día, mientras seguía las huellas de un ciervo, Ilian se encontró con una criatura que nunca había visto: un fauno femenino de ojos brillantes y cuernos que se entrelazaban como ramas de sauce. Ella se llamaba Arya, y su risa era como el murmullo de un arroyo.

Arya e Ilian se hicieron amigos rápidamente, compartiendo historias y risas bajo la luna llena. Ella le enseñó los secretos del bosque, y él le mostró cómo afinar su oído para escuchar el susurro del viento.

Con el tiempo, su amistad floreció en amor. Juntos, exploraron los rincones más remotos del bosque, descubriendo maravillas que solo los ojos de los enamorados podían ver. Y así, el cazador y el fauno vivieron muchas aventuras, recordando siempre que la magia más grande es la que nace en el corazón.

La historia de Ilian y Arya comenzó una tarde de otoño, cuando el sol dorado se filtraba a través de las hojas carmesí y ámbar del bosque. Ilian, con su arco en mano, se adentró en el bosque en busca de presas, pero lo que encontró fue algo que cambiaría su vida para siempre.

Arya estaba bailando entre los árboles, moviéndose con una gracia que desafiaba la naturaleza. Sus pasos eran silenciosos, pero su presencia llenaba el aire con una melodía inaudible. Ilian se quedó cautivado, observando desde las sombras, temeroso de interrumpir tal espectáculo.

Cuando Arya finalmente notó al cazador, no huyó ni se asustó. En cambio, le ofreció una sonrisa y una invitación para unirse a su danza. Ilian, aunque al principio dudaba, pronto se encontró girando y riendo junto a la fauno, olvidando el mundo más allá del bosque.

Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Ilian y Arya se encontraban cada vez más, cada encuentro fortaleciendo el vínculo que compartían. Arya mostró a Ilian los secretos del bosque: las plantas que curan, los frutos que nutren y los ríos que cuentan historias antiguas.

Ilian, a cambio, compartió con Arya el arte de la caza: cómo rastrear, cómo esperar pacientemente y cómo respetar a las criaturas del bosque. Juntos, encontraron un equilibrio, una armonía que resonaba con el latido del bosque.

Pero no todo era paz en el bosque encantado. Un mal antiguo comenzó a despertar en las profundidades, amenazando con consumir todo lo que Ilian y Arya habían llegado a amar. Juntos, enfrentaron esta oscuridad, su amor dándoles fuerza y su coraje inspirando a los demás habitantes del bosque a luchar.

Después de una larga y ardua batalla, la paz fue restaurada. Ilian y Arya, ahora héroes del bosque, continuaron su vida juntos, sabiendo que cualquier desafío que enfrentaran, lo harían como uno solo.

Y así, el cazador y el fauno vivieron muchas aventuras, recordando siempre que la magia más grande es la que nace en el corazón.


© Benjamin Noir

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