UN MÚSICO EN LA EDAD MEDIA.
●●HISTORIA DE:
UN MUSICO EN LA EDAD MEDIEVAL.
Este es un trabajo inspirativo, compartido con mi apreciado compañero poeta A.Juniors.
En esta vida soy hombre, y nací en una aldea de agricultores. Donde desde niño aprendi a tocar la lira o un instrumento como ella. Un instrumento no tan grande de varias cuerdas, una especie de arpa pequeña, con marco arqueado en ambos lados y varias cuerdas finas de algún material sensible al sonido.
Mi maestro fue mi abuelo, quien la tocaba en sus momentos de descanso, despues de su arduo trabajo de cultivo de hortalizas verdes y legumbres.
Y aunque yo debía trabajar también la agricultura con mi padre y mi abuelo. No deje de apasionarme con este instrumento, que vibraba en mis manos y resonaba en mi mente.
Mi padre orgulloso de mi talento, me llevaba con mi abuelo a lugares de reunión religiosa y mercados, donde mi abuelo y yo tocamos música para alegrar el ambiente.
Así me fui haciendo adulto, y no dejaba de tocar mi música en cada lugar donde andaba, durante los fines de semana.
Donde tratando de compartir como un chico joven de esa epoca, me fuí haciendo popular y me invitaban como músico a reuniones familiares, donde celebraban matrimonios o logros de cosecha.
Un buen día fuí contratado para una especie de taberna, donde se reunían soldados y gente del gobierno, militares y gladiadores. Era un ambiente rudo de mucho vino.
Con lamparas de fuego, mesas largas y rusticas, pero les gustaba mi musica.
El dueño de la taberna me había visto muchas veces en el mercado del pueblo, donde entonaba mi música.
Y se me acerco un día para invitarme a su taberna a ensayar mi talento allí.
Emocionado acepte para el siguiente fin de semana, era una oportunidad muy buena. Aunque mi padre se mostraba incredulo, me apoyo y mi abuelo solo sonreía de la emoción.
Aunque era un muchacho de 22 años, y me faltaba valentia para enfrentarme ante un publico más exigente.
Me arme de coraje y decisión y me presente a mi primer ensayo, Senti el ambiente muy rudo y critico, donde muchos me observaban y esperaban mi actuación, cuando fuí presentado.
Me temblaba un poco el pulso, pero tome con más firmeza mi instrumento, cerre mis ojos y comencé mi entonación, mientras todos observaban. Toque música durante varias horas esa noche, y me disponía a irme, cuando el dueño de la taberna me dijo que volviera para la noche siguiente.
Volví al día siguiente y el dueño me esperaba, y me propuso que diera mi servicio por un mes. Y si para ese tiempo era completamente aceptado, me quedaba a trabajar allí de manera fija. Esto me emociono, era una oportunidad que deseaba.
Seguí con mi actuación musical mientras veía los rostros suavizarse al oir mi música.
Al terminar el mes de prueba, fuí contratado para quedarme como músico permanente. Y aunque habían otros músicos ya más viejos, fuí aceptado. Y yo con mucho respeto fuí agradecido de la oportunidad.
Paso el tiempo y fuí mejorando mi actuación, mientras recibía ayuda y orientación de los músicos de más experiencia, haciendo buena amistad con ellos, y agradeciendo su aprecio y buena intención, me mostraba humilde y cooperativo con ellos.
Un buen día hubo un personaje del gobierno que me propuso tocar en el castillo, solo tenía que demostrar lo bien que tocaba la lira al rey. Y este decidiría si era bueno para él.
Teina unos 30 años cuando fuí llevado al castillo como posible musico particular.
Era un maximo honor tocar mi música y servir a la corona.
El día que fuí presentado al rey, temblaba de emoción y me mostraba humilde
El rey me...
UN MUSICO EN LA EDAD MEDIEVAL.
Este es un trabajo inspirativo, compartido con mi apreciado compañero poeta A.Juniors.
En esta vida soy hombre, y nací en una aldea de agricultores. Donde desde niño aprendi a tocar la lira o un instrumento como ella. Un instrumento no tan grande de varias cuerdas, una especie de arpa pequeña, con marco arqueado en ambos lados y varias cuerdas finas de algún material sensible al sonido.
Mi maestro fue mi abuelo, quien la tocaba en sus momentos de descanso, despues de su arduo trabajo de cultivo de hortalizas verdes y legumbres.
Y aunque yo debía trabajar también la agricultura con mi padre y mi abuelo. No deje de apasionarme con este instrumento, que vibraba en mis manos y resonaba en mi mente.
Mi padre orgulloso de mi talento, me llevaba con mi abuelo a lugares de reunión religiosa y mercados, donde mi abuelo y yo tocamos música para alegrar el ambiente.
Así me fui haciendo adulto, y no dejaba de tocar mi música en cada lugar donde andaba, durante los fines de semana.
Donde tratando de compartir como un chico joven de esa epoca, me fuí haciendo popular y me invitaban como músico a reuniones familiares, donde celebraban matrimonios o logros de cosecha.
Un buen día fuí contratado para una especie de taberna, donde se reunían soldados y gente del gobierno, militares y gladiadores. Era un ambiente rudo de mucho vino.
Con lamparas de fuego, mesas largas y rusticas, pero les gustaba mi musica.
El dueño de la taberna me había visto muchas veces en el mercado del pueblo, donde entonaba mi música.
Y se me acerco un día para invitarme a su taberna a ensayar mi talento allí.
Emocionado acepte para el siguiente fin de semana, era una oportunidad muy buena. Aunque mi padre se mostraba incredulo, me apoyo y mi abuelo solo sonreía de la emoción.
Aunque era un muchacho de 22 años, y me faltaba valentia para enfrentarme ante un publico más exigente.
Me arme de coraje y decisión y me presente a mi primer ensayo, Senti el ambiente muy rudo y critico, donde muchos me observaban y esperaban mi actuación, cuando fuí presentado.
Me temblaba un poco el pulso, pero tome con más firmeza mi instrumento, cerre mis ojos y comencé mi entonación, mientras todos observaban. Toque música durante varias horas esa noche, y me disponía a irme, cuando el dueño de la taberna me dijo que volviera para la noche siguiente.
Volví al día siguiente y el dueño me esperaba, y me propuso que diera mi servicio por un mes. Y si para ese tiempo era completamente aceptado, me quedaba a trabajar allí de manera fija. Esto me emociono, era una oportunidad que deseaba.
Seguí con mi actuación musical mientras veía los rostros suavizarse al oir mi música.
Al terminar el mes de prueba, fuí contratado para quedarme como músico permanente. Y aunque habían otros músicos ya más viejos, fuí aceptado. Y yo con mucho respeto fuí agradecido de la oportunidad.
Paso el tiempo y fuí mejorando mi actuación, mientras recibía ayuda y orientación de los músicos de más experiencia, haciendo buena amistad con ellos, y agradeciendo su aprecio y buena intención, me mostraba humilde y cooperativo con ellos.
Un buen día hubo un personaje del gobierno que me propuso tocar en el castillo, solo tenía que demostrar lo bien que tocaba la lira al rey. Y este decidiría si era bueno para él.
Teina unos 30 años cuando fuí llevado al castillo como posible musico particular.
Era un maximo honor tocar mi música y servir a la corona.
El día que fuí presentado al rey, temblaba de emoción y me mostraba humilde
El rey me...