La Voz en la Oscuridad
Jueves, 31 de octubre de 2024. El aire en el pueblito de San Juan estaba cargado de humedad y silencio. Mi madre y yo llegamos a la casa de mi abuelo, quien estaba gravemente enfermo. Me dijeron que su tiempo se acababa. Al entrar en la vieja casa de madera, una sombra pesada parecía cubrirlo todo. Cada rincón del hogar estaba impregnado de tristeza, y aunque yo era solo un niño, podía sentir que algo oscuro rondaba el lugar.
Mi abuelo, Manuel Santoro, llevaba días postrado en su cama. Las cortinas de su habitación estaban siempre cerradas, y un olor a incienso rancio flotaba en el aire. Mi madre, Cecilia, me mantuvo alejado de su habitación la mayor parte del tiempo. Me decía que debía dejar...