Cempasúchil
Todos los años, el 2 de noviembre, mi familia y yo visitamos la tumba de mis abuelos en el cementerio de mi ciudad, ahí descansan quienes una vez nos dieron alegría y paz con su trabajo y esfuerzo.
Siempre recuerdo que mi abuela Alma me chiflaba y sobre alimentaba como solo las abuelas lo saben hacer, en especial porque soy el hijo mayor de su hija Valentina.
En una ocasión llegué de un partido de soccer de la escuela y aunque ya me había comido mi lonche, me sirvió mi platote y eso que solo iba de pasada al baño y a cambiarme. Aunque tal vez por lo que la llevo en mi corazón es por un detalle en especial que nos unía y que tiene que ver con las flores de cempasúchil que adornan los altares del día de muertos y que sólo las vemos en esa temporada del año en mi hermoso país, México,
A mí me gustaba una niña de la escuela, acudí a mi abuelo Felipe, para que me aconsejara qué hacer para conquistarla, y como estaba ocupado me dijo que fuera con mi abuela, que ella sabía de esas cosas.
Cuando le pregunté a mi abuela sobre alguna recomendación para lograr mi cometido, me dijo que le hiciera como le hizo mi abuelo con ella, le regaló un ramo.
—A todas las mujeres nos gustan las flores, sería un bonito detalle.
Entonces emprendí una tarea, juntar dinero de donde fuera para lograr completar un ramo de flores bonitas para dárselo a la niña, busqué entre los sillones, debajo de los muebles, en...
Siempre recuerdo que mi abuela Alma me chiflaba y sobre alimentaba como solo las abuelas lo saben hacer, en especial porque soy el hijo mayor de su hija Valentina.
En una ocasión llegué de un partido de soccer de la escuela y aunque ya me había comido mi lonche, me sirvió mi platote y eso que solo iba de pasada al baño y a cambiarme. Aunque tal vez por lo que la llevo en mi corazón es por un detalle en especial que nos unía y que tiene que ver con las flores de cempasúchil que adornan los altares del día de muertos y que sólo las vemos en esa temporada del año en mi hermoso país, México,
A mí me gustaba una niña de la escuela, acudí a mi abuelo Felipe, para que me aconsejara qué hacer para conquistarla, y como estaba ocupado me dijo que fuera con mi abuela, que ella sabía de esas cosas.
Cuando le pregunté a mi abuela sobre alguna recomendación para lograr mi cometido, me dijo que le hiciera como le hizo mi abuelo con ella, le regaló un ramo.
—A todas las mujeres nos gustan las flores, sería un bonito detalle.
Entonces emprendí una tarea, juntar dinero de donde fuera para lograr completar un ramo de flores bonitas para dárselo a la niña, busqué entre los sillones, debajo de los muebles, en...