La dama de hierro y el colibrí
La dama de hierro de la sangre del colibrí se alimentaba, pues era la esencia de volar a otros paisajes naturales.
Entre cruces las almas de los otros gritaban
¿dónde estás Juez, ven sálvanos otra vez?
Ya no había salvación, pues las almas perdidas ya están en su bajón.
Entre murmullos el colibrí visitaba a su dama, siempre dándole las nuevas bienaventuranzas de los dezires del pueblo donde en vida habitó.
Ella desea vengar...
Entre cruces las almas de los otros gritaban
¿dónde estás Juez, ven sálvanos otra vez?
Ya no había salvación, pues las almas perdidas ya están en su bajón.
Entre murmullos el colibrí visitaba a su dama, siempre dándole las nuevas bienaventuranzas de los dezires del pueblo donde en vida habitó.
Ella desea vengar...