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Capítulo 21
Alex
 
Esta tarde tiene que ser especial para ella, y yo me aseguraré de que lo sea.
 
Desde que le dije esta mañana que tenía una sorpresa, pude ver el brillo ansioso en su mirada y la alegría que llenó todo su rostro como hacía tiempo que no lo hacía y, tengo que confesarlo, ver la sonrisa retornar a sus ojos me hizo sentir lleno de formas inexplicables.
 
Sky no tiene una idea de lo que me afectó saber que lo de sus abuelos la traumó mucho más de lo que yo creía.
Y desde hace días venía planeando algo lindo para ella... espero que sea lo suficientemente especial y único.  Espero que esto no la haga sentir incómoda y la vuelva a alejar de mí, porque es lo que menos quiero.
 
Ok, repasemos nuevamente todo: regalo, listo; tarjetas, listas; ramo inusual, listo; confirmación, lista desde que hice la última llamada; yo (doy una última mirada a mi silueta en el espejo y lanzo un suspiro. ¡Dios! ¡Las cosas que hago por esta chica!) listo.
 
Mientras camino a la consulta, me siento un poco incómodo por las miradas de la gente sobre mí: sólo falta que me lancen monedas.
 
Bueno, ya estoy aquí y no hay vuelta atrás.  Ni modo que salga corriendo ahora que solo faltan unos minutos para que mi Cielo salga. Justo cuando me pregunto cuántos serán exactamente esos minutos, ella abre la puerta y se queda pasmada mirando el espectáculo que le estoy ofreciendo.
 
Por un instante, creo seriamente que echará a correr gritando que no me quiere ver de nuevo en la vida. Tal es la expresión indescriptible que tiene en su rostro ahora mismo.
 
Pero en fracciones de segundos, esa expresión se convierte en una sonora carcajada, que se ahoga a medio camino entre sus labios y el aire, porque toda su concentración está ahora dirigida a leer los mensajes que tiene ante sí.
 
**************
 
Sky
 
¡No puedo creer lo que mis ojos están viendo! ¡Oh, no! ¡Alex no lo hizo!
 
Él no se vistió de mimo (un mimo muy sexy, debo decir) y caminó hasta aquí con un ramo enorme de globos de todos los colores y se plantó frente a la clínica a esperar por mí.
 
Una vez pasada la impresión,  no puedo evitar soltar una carcajada, aunque esta se ve interrumpida rápidamente porque comienzo a prestar atención a algún tipo de mensaje que Mimo—Sexy—Alex tiene escrita en una especie de tarjeta que...