Dulce Alma, Dulce Eternidad...
En aquél montaña, llena de lagos sabor cereza, cubierta en árboles color cerezo,
Aquella alma repetía el mismo ritual, de ir a media luna a lagrimear, rodear los campos y bailar, sola y sin rumbo, y sola a esperar.
De pronto las visiones en rojo se teñían,
Y aquellas almas vagantes sus víctimas eran,
Perdían el control de sí,...
Aquella alma repetía el mismo ritual, de ir a media luna a lagrimear, rodear los campos y bailar, sola y sin rumbo, y sola a esperar.
De pronto las visiones en rojo se teñían,
Y aquellas almas vagantes sus víctimas eran,
Perdían el control de sí,...