...

9 views

Un amor en la distancia.

Ella y él se conocieron en el colegio, y se hicieron grandes amigos desde el primer día. Compartían gustos, aficiones, sueños. Se divertían, se confiaban, se protegían. Se querían como amigos, pero nunca se atrevieron a decirse lo que sentían de verdad.

Pero el destino los separó, cuando ella se mudo fuera de la ciudad, Las llamadas se hicieron cada vez más raras, los mensajes más cortos, las fotos más viejas. Se perdieron de vista, y de sus vidas.
Pasaron los años, y cada uno siguió su camino. Ella estudió, trabajó, volvió a viajar pero está vez fuera de su país . Él hizo lo mismo, se preparo y viajo fuera del país.
Ambos tuvieron otras parejas, otras experiencias, otras ilusiones. Pero nunca se olvidaron el uno del otro, y siempre guardaron un cariño especial en sus corazones.

Un día, por casualidad, se volvieron a encontrar en una red social. Se reconocieron al instante, y sintieron una alegría que los invadió. Se escribieron, se contaron, se actualizaron. Se dieron cuenta de que aún había una amistad entre ellos, y que el tiempo no había cambiado sus personalidades. Hicieron una nueva promesa de no volver a separarse.
Fue entonces cuando empezó la broma. Ella le dijo que se aburría, que no encontraba a nadie que le gustara, que se sentía sola. Él le dijo que le pasaba lo mismo, que no tenía suerte en el amor, que se sentía vacío. El le dijo que sería su novia "virtual", que así se divertirían un rato, que no perdían nada. Ella le dijo que le parecía una buena idea, que así se sentirían acompañados, que no había problema.
Y así comenzó el juego. Se enviaban mensajes de buenos días, de buenas noches, de te quiero, de te extraño. Se hacían videollamadas, se contaban sus cosas, se reían, se miraban. Se mandaban fotos, se elogiaban, se coqueteaban, se deseaban. Se sorprendían, se emocionaban, se agradecían.
Y así terminó el juego. Se dieron cuenta de que lo que sentían no era una broma, sino algo real, algo profundo, algo verdadero. Se dieron cuenta de que se habían enamorado sin tener contacto físico, sin tocarse, sin besarse, sin abrazarse. Se dieron cuenta de que se necesitaban, se complementaban, se entendían, se amaban.
Pero no todo fue fácil. La distancia era un obstáculo, y la diferencia de horarios una complicación. A veces lograban coincidir, y otras veces no. A veces se sentían cerca, y otras veces lejos. A veces se llenaban de esperanza, y otras veces de frustración. Pero nunca se rindieron, nunca se dejaron, nunca se olvidaron.
Y cada noche, ella lo soñaba, y él la soñaba a ella, imaginando el día en que se verían en persona, el día en que se darían el primer beso, el día en que se dirían te amo.
Y ese día llegó. Después de mucho esfuerzo, de mucho ahorro, de mucho planear, consiguieron comprar un boleto de avión rumbo al mismo destino. Un lugar neutral, un lugar bonito, un lugar donde nadie los conocía, donde nadie los juzgaba, donde podrían ser solo ellos, mientras durara.
Fue en una playa, donde se vieron por primera vez después de tantos años. Ella lo esperó en la arena, y sintió que su corazón se aceleraba. Él corrió hacia ella, y cuando la vio, le dedicó una sonrisa que la hizo temblar. Se abrazaron con fuerza, como si quisieran fundirse en uno. Se miraron a los ojos, y se dijeron todo lo que sentían con una mirada. Se besaron con pasión, y sintieron que el mundo se detenía.
Fue el inicio de una historia de amor que duraría para siempre, a pesar de la distancia. Se prometieron que harían todo lo posible por estar juntos, y que no dejarían que nada ni nadie los separara. Se enviaban mensajes, llamadas, fotos, videos, cartas, regalos. Se apoyaban, se animaban, se extrañaban, se deseaban. Se amaban con intensidad, con sinceridad, con lealtad.
Y cada noche, ella lo soñaba, y él la soñaba a ella, sabiendo que algún día estarían juntos para siempre.
Y una noche, ella le dijo: "Cuando deseas algo con el corazón, el universo conspira a tu favor. Yo te deseé". Y él le respondió: "Yo también te deseé. Y te sigo deseando. Y te seguiré deseando. Porque eres lo mejor que me ha pasado en la vida". Y se durmieron felices, abrazados, soñando con el futuro. Un futuro juntos. Un futuro feliz.

© meraki9623