La doncella de hielo con corazón de fuego
~Un rayo llego a las montañas,
galopando en su corcel blanco,
trajo consigo la esperanza
de descongelar a su amada
que en sueños vio danzar
al lado del fuego, entregada,
a la dicha de amar.~
Oh! Fría doncella
que con sus fronteras de nieve;
me alejas,
pero con tus ojos candentes;
me acercas.
He visto a travez de los luceros
que denotan ambiguedad
y, aunque me congelés,
por ozar abrazar su piedad
mis palabras de fuego
no las podrás callar.
Escuche mi señora
esta declamacion;
[humo y pasión]
que tengo para su honra.
~Y el caballero,
grito a los 4 vientos
en las montañas
de la dama de hielo:~
Eres una mañana de primavera
que se aferra al gélido invierno,
buscando el abrazo de la fiera
que crepite sus fríos pensamientos.
Que bello sol;
reluce, candente, en el relicario
de vuestro corazón,
que gélido exterior;
luna cubierta por el hielo de la vida;
carente pasión,
sensible mente ennegrecida.
Un alma resplandeciente;
con lágrimas de hielo
un pecho ardiente;
creando un fértil suelo.
El tacto de tus escarchadas manos;
congela la brisa que...
galopando en su corcel blanco,
trajo consigo la esperanza
de descongelar a su amada
que en sueños vio danzar
al lado del fuego, entregada,
a la dicha de amar.~
Oh! Fría doncella
que con sus fronteras de nieve;
me alejas,
pero con tus ojos candentes;
me acercas.
He visto a travez de los luceros
que denotan ambiguedad
y, aunque me congelés,
por ozar abrazar su piedad
mis palabras de fuego
no las podrás callar.
Escuche mi señora
esta declamacion;
[humo y pasión]
que tengo para su honra.
~Y el caballero,
grito a los 4 vientos
en las montañas
de la dama de hielo:~
Eres una mañana de primavera
que se aferra al gélido invierno,
buscando el abrazo de la fiera
que crepite sus fríos pensamientos.
Que bello sol;
reluce, candente, en el relicario
de vuestro corazón,
que gélido exterior;
luna cubierta por el hielo de la vida;
carente pasión,
sensible mente ennegrecida.
Un alma resplandeciente;
con lágrimas de hielo
un pecho ardiente;
creando un fértil suelo.
El tacto de tus escarchadas manos;
congela la brisa que...