Ya ha pasado el novenario y Roberta todavía sigue sin creer, piensa que es una pesadilla, sus pensamientos vagaban, haciéndose mil preguntas, unos golpes en la puerta la volvieron a su realidad.
___Juancho, ¿qué quiéres, no tengo ánimo de nada?
___Se que esté, no es un buen momento, pero tienes que saber que el José firmó unos papeles donde dejó en garantía sus tierras, yo hablé con el prestamista, pero solo te dió un mes pa liquidar, te está cobrando mucho de interés, ya le dí una parte, no quiero que te quite tus tierras,
___Dios, si las tragedias no vienen solas, ora que voy a hacer, no tengo dinero pa pagar, nos vamos a quedar sin nada.
___Lo único que podemos hacer, si no tienes el dinero en un mes, vente a mi casa con tu chamaco, ya sabes que yo te quiero bien, y no te pediré nada, hasta que tu quieras hacer vida conmigo, voy a respetar tu duelo.
___Gracias por avisarme, ya veré que hago, pero de mi casa no me van a sacar.
Cerró la puerta, abrazo a Jacinto y lloró desconsolada, hasta que el sueño los venció.

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