ENSUEÑOS A CONSIGNACIÓN (minicuento)
Cuatro de la mañana. Una simpática bruja araña maliciosa las teclas de mi portátil, mientras la barra de herramientas del procesador de texto bosteza su inacción. Yo, que no logro sacudirme el bloqueo, apuro el café sin azúcar. Hace frío. La bruja, con indecentes tocamientos, impide que me concentre en la página erudita de Nava Contreras que intento leer, a ver si trae juicio a mi mente....