*LA SOLEDAD NO SE ELIGE*
No se elige estar solo.
Nadie elige la soledad.
Los de los nuevos años,
celosos guardianes de la ingratitud,
del desamor, por "sus" nuevas familias,
los nuevos amigos, nuevos placeres,
los nuevos recursos, el "reciente" status,
la brecha generacional "magister dixit",
y los nuevos e inimputables pretextos,
empujan hacia los oscuros rincones
de la indiferencia y del olvido,
a todo aquello "que empezó" a ser irrelevante
innecesario, que quedó en medio del camino,
lo que dejó de sumar, lo que ya no divierte,
así represente el antes,
aunque sea parte del recuerdo total,
o del entrañable ayer.
se incluyen los viejos aromas, los cálidos regazos maternos,
los primitivos genes,
los capillos bautismales,
el hombro señero, aun húmedo con el último llanto adolescente, por el primer desamor,
todo, todo,... deviene en desechable,
ergo,
todo, todo,...pa'l rincón,
aquel rincón a donde se llega
por un opaco sendero,
al encuentro obligado
de lo cano, con la soledad.© All Rights Reserved
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