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Soledad en la edad
Una soleada tarde, en un pueblo con pocos ciudadanos. Un niño, se acerca a un anciano, de unos 60 años aproximadamente, aspecto delgado y con algunas arrugas propias de la edad, y dice:
—Hola, señor, ¿podría hacerle una pregunta, por favor?
—"Hola. Dime, niño." Le dice con una expresión seria en el rostro.
—Es que siempre que vengo aquí con mi tía, lo veo sentarse en este banco, sin hacer nada más. Entiendo que no puede jugar como un niño, pero entonces ¿qué hacen las personas mayores para no aburrirse?
Unos segundos luego de pensar en la respuesta adecuada para un niño, aquel señor contestó:
—Es algo difícil de responder, pues no todos tienen los mismos gustos, pero en lo personal, me gusta pintar cuadros en los que represento paisajes.
El niño, luego de escucharlo dice:
—Pero si le gusta tanto, entonces ¿por qué no está haciendo eso ahora en lugar de estar aquí sentado por horas mirando a todos? A mí me gusta mucho dibujar, ¡lo hago casi todo el tiempo!
Por el insistente pedido del niño, dice el señor, casi sin pensar bien sus palabras:
—A veces la vida no se trata solo de hacer lo que te gusta todo el tiempo. Existen ocasiones en las que nos cansamos de todo y necesitamos estar solos, despejarnos y no hablar con nadie, para eso vengo a este parque. Pinto paisajes siempre y eso me hizo normalizar su belleza, pero si en cambio, vengo a este parque y veo a esas bellas familias pasando un rato de diversión, a aquellos niños, como tú, disfrutando de su inocencia; mi frustración se va y puedo observar algo bello sin necesidad de tener que retratarlo. Eso es disfrutar realmente al hacer algo.
Casi inmediatamente llegó una señorita joven y dijo:
—Buenas tardes, señor.
¡Marco! No vuelvas a alejarte de mi lado de esa manera otra vez.
Perdón, ¿le estuvo incomodando?
—Buenas tardes. No se preocupe, solo estábamos hablando.
Aquel día fue inolvidable para Marco, el niño. Tal vez no todo en la vida es hacer una sola cosa, al contrario, podemos experimentar practicando otras actividades fuera de lo habitual, pero siempre es importante tener un tiempo para nosotros mismos y reflexionar acerca de todas nuestras decisiones. El tiempo pasa muy rápido y nos daremos cuenta cuando algunos recuerdos nos traigan nostalgia en lugar de solo alegría.
© Rozz
—Hola, señor, ¿podría hacerle una pregunta, por favor?
—"Hola. Dime, niño." Le dice con una expresión seria en el rostro.
—Es que siempre que vengo aquí con mi tía, lo veo sentarse en este banco, sin hacer nada más. Entiendo que no puede jugar como un niño, pero entonces ¿qué hacen las personas mayores para no aburrirse?
Unos segundos luego de pensar en la respuesta adecuada para un niño, aquel señor contestó:
—Es algo difícil de responder, pues no todos tienen los mismos gustos, pero en lo personal, me gusta pintar cuadros en los que represento paisajes.
El niño, luego de escucharlo dice:
—Pero si le gusta tanto, entonces ¿por qué no está haciendo eso ahora en lugar de estar aquí sentado por horas mirando a todos? A mí me gusta mucho dibujar, ¡lo hago casi todo el tiempo!
Por el insistente pedido del niño, dice el señor, casi sin pensar bien sus palabras:
—A veces la vida no se trata solo de hacer lo que te gusta todo el tiempo. Existen ocasiones en las que nos cansamos de todo y necesitamos estar solos, despejarnos y no hablar con nadie, para eso vengo a este parque. Pinto paisajes siempre y eso me hizo normalizar su belleza, pero si en cambio, vengo a este parque y veo a esas bellas familias pasando un rato de diversión, a aquellos niños, como tú, disfrutando de su inocencia; mi frustración se va y puedo observar algo bello sin necesidad de tener que retratarlo. Eso es disfrutar realmente al hacer algo.
Casi inmediatamente llegó una señorita joven y dijo:
—Buenas tardes, señor.
¡Marco! No vuelvas a alejarte de mi lado de esa manera otra vez.
Perdón, ¿le estuvo incomodando?
—Buenas tardes. No se preocupe, solo estábamos hablando.
Aquel día fue inolvidable para Marco, el niño. Tal vez no todo en la vida es hacer una sola cosa, al contrario, podemos experimentar practicando otras actividades fuera de lo habitual, pero siempre es importante tener un tiempo para nosotros mismos y reflexionar acerca de todas nuestras decisiones. El tiempo pasa muy rápido y nos daremos cuenta cuando algunos recuerdos nos traigan nostalgia en lugar de solo alegría.
© Rozz
