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Sin miedo
Simplemente nadie se dió cuenta de su ausencia en aquellos momentos en los cuales se sentía solo. Miró a ambos lados y le invadió una sensación de miedo aterrador, jamás había sentido semejantes emociones mezcladas. De repente le invadió una aterradora y compleja fobia que nunca había sentido anteriormente.
Miró a ambos lados y no había ni una sola persona,lo cual hizo que su miedo se complicara aún más. No sabía lo que había que hacer en aquel momento, tuvo una mezcla de impotencia y rechazo a intentar solucionar el problema con coraje. "Qué me está pasando?" se preguntaba a si mismo sin dejar de pensar y perplejo al mismo tiempo.Nadie más podía enterarse en caso de que le pase algo malo."Qué es lo que tengo que hacer ahora?" otra vez bullía su mente de pensamientos,aún más confuso que en otras ocasiones. Echo una mirada hacia atrás seguidamente otra en frente sin dejar de temblar de miedo con los pies paralizados sin movimiento."Qué tengo que hacer ahora mismo?" aún más perplejo se preguntaba a si mismo, la voz de un conocido se oye de repente no tan lejos de donde estaba.Finalmente se ve a la persona que hablaba tan cerca , ya se podía uno sentir más tranquilo. La voz era cada vez más clara."Pero cómo superar el miedo en las próximas ocasiones?" se preguntaba a si mismo más de una vez, era necesario hacer algo respecto a esto.
Y tuvo de repente una idea aún más confusa, que no pudo darle forma en su pensamiento. Miró otra vez a lo lejos y tomó una decisión para afrontar este miedo sólo, tenía que haberlo hecho hoy pero se escapó la oportunidad de entre sus manos. Había que tener otra oportunidad pero "cuándo y cómo?" a nadie se le ocurre otra posibilidad, hasta que un día le viene a la mente trasladarse y abandonar su pueblo natal. Había que hacerlo pero en otra parte del mundo totalmente diferente.
A la mañana del siguiente día se levantó tan temprano para afrontar el miedo, irá solo a otra zona totalmente diferente y irreconocible, pero tenía que coger un taxi para dirigirse allí. Si alguna vez tuvo que decirme algo tuvo que ser ahora mismo. Necesitaba a alguien que le animará antes de salir de viaje a la ciudad más cercana de su pueblo natal,a él le interesaba de esto la aventura, lo valiente que tiene uno que ser para cumplir con el desafío. Hoy, un día después de darse cuenta que tenía que afrontar su miedo a la soledad absoluta.A decir verdad nunca se le ocurre que salir de su pueblo natal podía serle de utilidad, la única persona que le aconsejo esto una sola vez era su amigo de confianza. Que solía visitarle de vez en cuando, al parecer las palabras de su amigo no tenían ninguna influencia en su comportamiento últimamente, jamás se le ocurre que esto podía pasar entre ambos. Ni siquiera sus seres queridos han podido darse cuenta de los problemas que afrontan ambos. La única persona que le acompaña en sus viajes afirmó que él no lo podía consentir jamás.
A decir verdad intentar afrontar un miedo que tenías o habías tenido algún día es una tarea más complicada de lo que uno podría pensar directamente.No se sabe si podrás triunfar de inmediato o perderás el tiempo con las consecuencias que trae consigo semejante intento. Nada más optar por abandonar su pueblo natal para poder valerse por si mismo, le viene a la mente el aburrimiento que solía acompañar al cambio de hogar, jamás a uno le cae bien el cambio a la primera. No se sabe con certeza el tipo de gente que te toca conocer,generosa o tal vez te toparás con individuos que no reconocen el valor de los recién llegados. Pasada una semana del traslado añorarás a tus seres queridos, sin olvidar el tiempo de la soledad que dura una eternidad. Aguantar el paso del tiempo y la paciencia son las únicas soluciones que a nadie más se le ocurren otras. Sin poder echarte un cable aunque por una sola vez.
Ya que había pasado un mes al primer día del traslado, parece que a nadie más le interesaba volver al punto de partida, donde el aburrimiento y la tristeza van disminuyendo poco a poco y ahora después de tanto tiempo empiezas a sentirte como una obligación vivir allí con gente nueva: amigos nuevos y otros vecinos...
Y todos los días te tocará empezar a entablar conversaciones con gente desconocida, allí vas adaptandote con pasos de tortuga. Allí ninguno te permite decir algo molesto e irritante. Había que cuidar el vocabulario y tener más cuidado en los errores culturales diferentes del nuevo hogar. Muchas veces las palabras significan algo diferente. Irás cometiendo errores sin remedio y los nuevos amigos tratarán de corregirte como si nunca supiste el arte de hablar. Todo el mundo parece interesado en conocerte personalmente, nadie te va a exigir más de lo que podías dar a la hora de tratar de cumplir con tus obligaciones. "Ni siquiera tú estabas de acuerdo conmigo al principio" te dirán seguramente algunos nuevos amigos, la comunicación entre tú y los demás parecía más divertida y al mismo tiempo llamativa. Tarde o temprano sabrás cómo responderles perfectamente.
Ya habías pasado un par de meses de haberte presentado a los demás, sus voces te resultan familiares, ninguno de ellos te exige nada, empiezas a encajarte entre ellos sin ninguna dificultad,al mismo tiempo ellos adaptan su lenguaje a tu nivel de comprensión, y desaparece la competencia feroz con los amigos más diferentes. Allí te sentirás no solamente uno de ellos, sino también habrás vencido el miedo de inmediato, el miedo de la soledad es ahora una cosa del pasado ya que nadie te acompañará adonde querrás irte, y allí no necesitarás a nadie para superar el miedo, esto no es el fin de los miedos sino el inicio de superarlos de uno en uno. Cada día es una experiencia nueva y cada día un miedo superado y una tarea cumplida.
Y así con el paso del tiempo y de los años vas adquiriendo la capacidad de reflexionar sobre lo necesario para vivir feliz. Jamás habrás pensado anteriormente que tu situación actual era mejor que tus planes del pasado, podrás haber soñado diferente aunque fuera más ideal que nunca en comparación con la realidad no hay color. A nadie más se le ocurre criticarte por no cumplir tus metas ya que la realidad supera cualquier ficción, sin saber la diferencia abismal entre la realidad y los sueños.
Allí me quedo yo tranquilo y aprendo de mis experiencias, superandose mis miedos paso a paso, lo más importante ahora es que a nadie le ocurre darme ordenes sobre lo que tengo que hacer. Es necesario que sepamos que nada es como se sueña sino como se vive en el momento de llegar a la meta.
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Miró a ambos lados y no había ni una sola persona,lo cual hizo que su miedo se complicara aún más. No sabía lo que había que hacer en aquel momento, tuvo una mezcla de impotencia y rechazo a intentar solucionar el problema con coraje. "Qué me está pasando?" se preguntaba a si mismo sin dejar de pensar y perplejo al mismo tiempo.Nadie más podía enterarse en caso de que le pase algo malo."Qué es lo que tengo que hacer ahora?" otra vez bullía su mente de pensamientos,aún más confuso que en otras ocasiones. Echo una mirada hacia atrás seguidamente otra en frente sin dejar de temblar de miedo con los pies paralizados sin movimiento."Qué tengo que hacer ahora mismo?" aún más perplejo se preguntaba a si mismo, la voz de un conocido se oye de repente no tan lejos de donde estaba.Finalmente se ve a la persona que hablaba tan cerca , ya se podía uno sentir más tranquilo. La voz era cada vez más clara."Pero cómo superar el miedo en las próximas ocasiones?" se preguntaba a si mismo más de una vez, era necesario hacer algo respecto a esto.
Y tuvo de repente una idea aún más confusa, que no pudo darle forma en su pensamiento. Miró otra vez a lo lejos y tomó una decisión para afrontar este miedo sólo, tenía que haberlo hecho hoy pero se escapó la oportunidad de entre sus manos. Había que tener otra oportunidad pero "cuándo y cómo?" a nadie se le ocurre otra posibilidad, hasta que un día le viene a la mente trasladarse y abandonar su pueblo natal. Había que hacerlo pero en otra parte del mundo totalmente diferente.
A la mañana del siguiente día se levantó tan temprano para afrontar el miedo, irá solo a otra zona totalmente diferente y irreconocible, pero tenía que coger un taxi para dirigirse allí. Si alguna vez tuvo que decirme algo tuvo que ser ahora mismo. Necesitaba a alguien que le animará antes de salir de viaje a la ciudad más cercana de su pueblo natal,a él le interesaba de esto la aventura, lo valiente que tiene uno que ser para cumplir con el desafío. Hoy, un día después de darse cuenta que tenía que afrontar su miedo a la soledad absoluta.A decir verdad nunca se le ocurre que salir de su pueblo natal podía serle de utilidad, la única persona que le aconsejo esto una sola vez era su amigo de confianza. Que solía visitarle de vez en cuando, al parecer las palabras de su amigo no tenían ninguna influencia en su comportamiento últimamente, jamás se le ocurre que esto podía pasar entre ambos. Ni siquiera sus seres queridos han podido darse cuenta de los problemas que afrontan ambos. La única persona que le acompaña en sus viajes afirmó que él no lo podía consentir jamás.
A decir verdad intentar afrontar un miedo que tenías o habías tenido algún día es una tarea más complicada de lo que uno podría pensar directamente.No se sabe si podrás triunfar de inmediato o perderás el tiempo con las consecuencias que trae consigo semejante intento. Nada más optar por abandonar su pueblo natal para poder valerse por si mismo, le viene a la mente el aburrimiento que solía acompañar al cambio de hogar, jamás a uno le cae bien el cambio a la primera. No se sabe con certeza el tipo de gente que te toca conocer,generosa o tal vez te toparás con individuos que no reconocen el valor de los recién llegados. Pasada una semana del traslado añorarás a tus seres queridos, sin olvidar el tiempo de la soledad que dura una eternidad. Aguantar el paso del tiempo y la paciencia son las únicas soluciones que a nadie más se le ocurren otras. Sin poder echarte un cable aunque por una sola vez.
Ya que había pasado un mes al primer día del traslado, parece que a nadie más le interesaba volver al punto de partida, donde el aburrimiento y la tristeza van disminuyendo poco a poco y ahora después de tanto tiempo empiezas a sentirte como una obligación vivir allí con gente nueva: amigos nuevos y otros vecinos...
Y todos los días te tocará empezar a entablar conversaciones con gente desconocida, allí vas adaptandote con pasos de tortuga. Allí ninguno te permite decir algo molesto e irritante. Había que cuidar el vocabulario y tener más cuidado en los errores culturales diferentes del nuevo hogar. Muchas veces las palabras significan algo diferente. Irás cometiendo errores sin remedio y los nuevos amigos tratarán de corregirte como si nunca supiste el arte de hablar. Todo el mundo parece interesado en conocerte personalmente, nadie te va a exigir más de lo que podías dar a la hora de tratar de cumplir con tus obligaciones. "Ni siquiera tú estabas de acuerdo conmigo al principio" te dirán seguramente algunos nuevos amigos, la comunicación entre tú y los demás parecía más divertida y al mismo tiempo llamativa. Tarde o temprano sabrás cómo responderles perfectamente.
Ya habías pasado un par de meses de haberte presentado a los demás, sus voces te resultan familiares, ninguno de ellos te exige nada, empiezas a encajarte entre ellos sin ninguna dificultad,al mismo tiempo ellos adaptan su lenguaje a tu nivel de comprensión, y desaparece la competencia feroz con los amigos más diferentes. Allí te sentirás no solamente uno de ellos, sino también habrás vencido el miedo de inmediato, el miedo de la soledad es ahora una cosa del pasado ya que nadie te acompañará adonde querrás irte, y allí no necesitarás a nadie para superar el miedo, esto no es el fin de los miedos sino el inicio de superarlos de uno en uno. Cada día es una experiencia nueva y cada día un miedo superado y una tarea cumplida.
Y así con el paso del tiempo y de los años vas adquiriendo la capacidad de reflexionar sobre lo necesario para vivir feliz. Jamás habrás pensado anteriormente que tu situación actual era mejor que tus planes del pasado, podrás haber soñado diferente aunque fuera más ideal que nunca en comparación con la realidad no hay color. A nadie más se le ocurre criticarte por no cumplir tus metas ya que la realidad supera cualquier ficción, sin saber la diferencia abismal entre la realidad y los sueños.
Allí me quedo yo tranquilo y aprendo de mis experiencias, superandose mis miedos paso a paso, lo más importante ahora es que a nadie le ocurre darme ordenes sobre lo que tengo que hacer. Es necesario que sepamos que nada es como se sueña sino como se vive en el momento de llegar a la meta.
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