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CREACIÓN
En las sombras que emergen, más allá de una caverna, más allá de la superficie y la cumbre de la montaña, en la que allí florecen las flores; hubo un creador.

Florez, desde siempre, soñaba con la esperanza suficiente de convertirse en un gran artista, su cuerpo se amoldaba a su más mínima expresión y sus manos, al recrear lo que habitaba en su imaginación. Para ser franco, este sujeto fue como tú, fue como yo, tratando de alcanzar los más deseados sueños, mas solo fueron frustrados.

Mundo cruel e injusto, no has podido recibir de aquella chispa que recae, no has sido capaz de verificar a aquellos visuales tan sofisticados y divinos, su lienzo baja lentamente y crea, claro está, su más armonioso ser de carne y hueso, pero con pinceles y colores.

Florez parece estar tan contento, está satisfecho con lo que ha hecho, ha terminado su más anhelada obra y solo por esta vez, después de tanto tiempo; por fin, descansar. Quería que pensaran que fuera un artista popular y no como aquellos que se excusan con el arte abstracto, no quisiera criticar lo sublime, no obstante; para mi gusto, debe ir de pasos ligeros, de tal forma, tomando distintas perspectivas y tamaños en ambos mundos creativos.

Pasa su lengua por el papel y parece su rostro reír, no ríe si quiera, su mirada lo delata, es capaz de sentir con sus ojos, lo que ha hecho con amor, ternura y pasión. Así es, Florez, no solo se destaca por ser un grande, también por ser una esencia; una especie de "dios", un dios piadoso, un ser culto y amoroso.

Lo que se sintió, también fue pensado. Puesto a que también ha de ser justo, este mancha de una tinta roja el retrato que ha creado, no le ha gustado, su creación le ha decepcionado y quiere seguir hasta que sea tan perfecta como él cree que es.

Vuelve a intentarlo, esta vez con más armonia y deleite, en el que también sus lágrimas caían y el agua trataba de borrar hasta sus más leves detalles de vida. Florez, con un puñal en su cabellera azabache, con su nariz roja y sus ojos irritados, pudo concretar la perfección, con más diversidad de tonos, de diferentes texturas, tamaños y figuras. ¡Lo ha concluído! ¡Lo ha logrado! ¡Es hermoso! ¡Es brillante! ¡Buen trabajo!

A este paso, todo resultaría netamente feliz, lo cierto es que; entre más perfecto quedase, más parecido era al dueño, por lo que además de placer, yace una baja consideración por el artista, que dejó de ser reconocido.

"Pues detrás de la oscuridad vacía e indiferente, abarca un artista olvidado que reposa en la inocencia del ser y la pureza del alma".


© Ariazz